domingo, 12 de abril de 2009

La casa de los Espíritus - Capítulos I-III

La novela se divide en catorce capítulos de extensión variada, y un épilogo.

Capítulo I: Rosa, la Bella
En este capítulo se nos presenta a lo
s miembros principales de la familia Del Valle. El padre, Severo es un candidato politico del partido socialista y le preocupa muho su imagen. Nívea, su increíblemente fértil esposa, es una mujer que lucha por los derechos de las mujeres a votar. El matrimonio tuvo quince hijos, de los cuales once siguen vivos. Rosa era su hija mayor, de 18 años, era considerada la mujer más bella de 
todo el mundo. Sus cabellos verdes, sus ojos amarillos, su blanca piel con reflejos azulados y sus movimientos lentos y sigilosos la hacían parecer una sirena. Estaba comprometida con Esteban Trueba, quién fue a las minas para conseguir dinero y poder casarse con ella.
También se describe a un curioso in
tegrante: el tío Marco. Él era un hombre aventurero con gustos exóticos y siempre en busca de algo nuevo. Del tío Marcos se cuentan varias anécdotas y experiencias pero uno de los aspectos más trascendentales son los libros de su baúl, que perduraron incluso para que futuras generaciones los leyeran.
Clara, la hija menor de los Del Valle, tenía 10 años. La particularidad de Clara era que poseía poderes mentales; podía usar la telequinesis y predecir el futuro. Un día predijo una muerte accidental en la familia pero no la tomaron en serio. P
oco después Rosa enfermó, y el medicó le recetó un remedio que se tendría que mezclar con un licor. Severo autorizó que abrieran un aguardiente que le habían obsequiado para dárselo pero, al tomar el remedio, Rosa murió envenenada. Severo se sintió devastado y culpable por la muerte de su hija y decidió dejar la política. 
Clara también estaba asustada y creyó que era su culpa por haberlo dicho. Fue a ver el cuerpo de su hermana y la encontró en el momento en el que le estaban practicando la autopsia. Esas imágenes fuertes más la sensación de culpa le afectaron mucho y decidió no volver a hablar. Sólo volvió a hablar nueve años después.

Capítulo II: Las Tres Marías
Devastado por la muerte de Rosa, Esteban Trueba decidió dejar su labor en la mina y mudarse a las Tres Marías, un fu
ndo propiedad de su famila pero que nadie había cuidado en años. Dejó a su hermana Férula y a su mad
re inválida y se embarcó al fundo. Cuando llegó lo encontro desolado y miserable. Los campesinos se sorpendieron mucho con su presencia pues hacía mucho que no tenían un patrón. Esteban les dijo que él les daría todo lo necesario para vivir, pero que ha cambio tendrían que trabajar muy duro.
Luego de algunos meses, Esteban fue atacado por deseos carnales. Para calmarse abusó de Pancha García, una joven india, y la llevó a servirle en la casa por un tiemp
o. Sin embargo, cuando esta salió emb
arazada, la aborreció y hasta le profujo asco y así fue cambiando de mujer en mujer para satisfacer su apetito. También visitaba el Farolito Rojo, un prostíbulo, donde conoció a Tránsito Soto, que lo cautivo por su ambición. Le dio dinero para que continuara con su trabajo y se hiciera famosa.
Luego de un tiempo y gracias a su trabajo duro, Esteban pudo levanter las Tres Marías, que se convirtió en uno de los fundos principales de la region. 
Un día le llegó una carta de su hermana anunciando que su madre moriría. Viajo a verla, dejando a Pedro Segundo García al mando de las Tres Marías, como administrador.

Capítulo III: Clara, clarividente
El silencio de Clara preocupaba a toda su familia pero todos sus intentos de hacerla hablar fueron en vano, pues Clara no hablaba porque no deseaba hacerlo. Su padre trajo varias institutrices para educarla pero a todas les espantaba su habilidad telequinética. Su madre trataba de hacerla hablar contándole historias y la nana, asustándola. 
Gracias a los cuidados y mimos de la Nana, Blanca se convirtió en una niña casi angelical. Cuando cumplió los diecinu
eve años anunció que se casaría con Esteban Trueba. Toda la familia estaba tan alegre de que hablara otra vez que olvidaron lo que dijo. Sin embargo, Esteban llegó a pedir su mano dos meses después debido a la promesa que le hizo a su madre antes de morir de casarse con alguien decente y católica que le diera hijos. Llegó a la casa de los Del Valle preguntando si t
enían alguna hija soltera para desposarla pero al ver a Clara, no solo pidió su mano, sino que se enamoró de ella. Poco después de la boda se mudaron a una casa que Esteban mandó a construir, a la que llamaron “La Gran casa de la Esquina” por sus dimensiones y lujos.
Férula se mudó con ellos, poniendo como excusa que alguien debía encargarse de los asuntos domésticos, algo que Clara no podía hacer. Les tenía envidia a ellos y al matrimonio en general porque ella nunca se pudo casar por estar cuidando a su madre. Sin embargo, llegó a querer mucho a Clara de una forma muy especial, volcando en ella todo tipo de atenciones y cuidados.
Poco tiempo después Clara dio a luz a su primera hija. Como lo hizo un buen tiempo después de la fecha programada, su hija, Blanca, salió peluda y fea. Pero Clara no podía quererla más y gracias a los cuidados que le prodigó, Blanca se convirtió en una hermosa niña.

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